Y siempre que me dejes… quiero convertir tus lágrimas en flores, tu mirada ausente en presencia inequívoca.
Tus dudas en un canto a la posibilidad.
Tus piezas desencajadas en el mosaico vital más hermoso.
Déjame convertirte la incesante lluvia… en un ramillete de soles multicolor.
Y en el silencio más difícil te susurraré al oído: Eeeeegunon mundo!!!

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