Y ponerle sabor a la Vida.
Descubrir los matices dulces, sorprenderse con los amargos, interpretar los retrogustos más ácidos y agripicantes.
Ponerle sabor a la Vida; Y saber llorarla. Y saber reírla.

A darle un buen bocado al día: Eeeegunon mundo!!

:::
De esos días en los que tienes ganas de llorar y no sabes muy bien por qué
:::

cebollita

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *