(Enfrentar) y borrar aquello que nos oscurece el corazón. Lo que pesa y no nutre. Lo que nos inmoviliza. Aquello que nos hace perder nuestro brillo, nuestra luz.

Apostar por lo nuevo y posible. Escribir con trazo abierto, en  renglones que no habrán de ser necesariamente rectos (ni simétricos). Reivindicar nuestros “no negociables”. Plasmar los sueños (con rotuladores de muchos colores). Y subrayar hasta dejar la hoja rasgada las palabras clave que marcan el latido de nuestro Vivir.

Y en mayúsculas y con letra redondeada reescribir cada nuevo día con un Eeeeegunon mundo, una sonrisa y una pizca de creatividad!!!

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