Nuestras tarjetas “incógnita”.
Dejarlas en lugares que “nos invitan” a ello.
En el asiento del metro. En la mesa de un restaurante. En una sala de espera.
En una esquina, de una calle, de cualquier ciudad (quizás tu ciudad).
Dejar un mensaje que alguien recogerá. Y algo le dirá.
Y esperamos que le robe una sonrisa o le regale un instante de ternura.
Impregnar de muxotes potolos la Vida.

(en castellano)

(en euskera)

(en inglés)

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